El día fue un gran éxito, ya que los niños se convirtieron en arqueólogos por un día. A la llegada se dividieron en grupos y fueron conducidos al sitio de una excavación arqueológica, donde tuvieron que descubrir los antiguos objetos que fueron enterrados allí.
A lo largo de la mañana encontraron (entre otras cosas) un sarcófago, vasos canopes, pinturas, juegos, momias y joyas. Los monitores les explicaban la función y la historia detrás de todo lo que los niños iban descubriendo.
Después de la excavación, se encontraron con la entrada sellada a una tumba egipcia. Como equipo, despejaron la entrada y descendieron a la tumba donde encontraron una caverna cubierta de jeroglíficos e imágenes egipcias.
Fue en general un día muy educativo en el que los niños pudieron adquirir un grado de conocimiento más completo sobre determinados aspectos de la vida en el antiguo Egipto, así como desarrollar técnicas de descubrimiento y de investigación arqueológica, y de trabajo en equipo.
Todos regresaron satisfechos de haber pasado un día muy emocionante y agradable.