En plena época de exámenes, entender las claves que conducen al éxito es el primer paso de todo el proceso de preparación en sí. Preparar un examen va mucho más allá de estudiar contenidos y relacionar conceptos. Es una combinación de múltiples factores que, bien articulados, permiten obtener los resultados deseados. La participación de las familias es, por ejemplo, uno de los componentes esenciales y, en este sentido, las familias españolas son de las que más se implican en los estudios de sus hijos/as según revela el Indicador de Participación de los Padres en la Enseñanza Obligatoria (IPPE) realizado recientemente por un consorcio de universidades y organizaciones en el marco de un proyecto de investigación financiado por la Comisión Europea.

 

James Petrie, Director de Secundaria y Bachillerato de The British School of Barcelona, ofrece talleres de técnicas de estudio y preparación de exámenes a nuestros estudiantes de entre catorce y dieciocho años. Esta es la franja de edad en la que tienen que realizar exámenes oficiales que determinarán su acceso a estudios superiores, concretamente los GCSEs, A Levels y exámenes del diploma de IB. Según explica «Sabemos que prepararse para un examen no es precisamente la idea que un/a joven tiene de divertirse, por lo que es importante que los/as ayudemos a enfocarlo de una manera meditada, tanto desde el colegio como desde casa, haciendo uso de las estrategias más adecuadas y con una actitud positiva. Es esencial que el/la estudiante considere este reto como una oportunidad para crecer. Asimismo, es fundamental que todos/as trabajemos juntos/as y que entendamos que no existe una fórmula común que sirva para todos/as por igual».

 

Para ello, según Mr Petrie, hay una serie de variables que inciden de forma interrelacionada: el apoyo familiar, el entorno de estudio, la organización y la gestión del tiempo, las estrategias de aprendizaje, y la gestión del estrés. Tomar el control y diseñar un plan de trabajo eficaz y eficiente y, sobre todo, personalizado es la clave para afrontar este desafío con motivación y confianza. «Prepararse para los exámenes finales es, en cierta manera, como prepararse para una maratón. Debemos asegurarnos de llegar a la meta con la misma fuerza y energía que cuando empezamos. Con el programa de estudio adecuado e individualizado, así como cierto grado de disciplina, el alumnado puede conseguir grandes resultados el día del examen».

 

Para ello, Mr Petrie ofrece cinco consejos para ayudar a los/as jóvenes a convertir esta experiencia en una oportunidad positiva, ya que «todo aprendizaje que supone un esfuerzo es un buen aprendizaje»:

  • Involucrar a las familias en el proceso: «Se trata de un esfuerzo en equipo», aclara Mr Petrie. Por este motivo, en BSB hemos comenzado la época de preparación de exámenes con una sesión práctica para las familias y el alumnado donde analizamos los objetivos de forma conjunta y cómo alcanzarlos. Esto es así porque las familias juegan un papel fundamental a la hora de dar apoyo a sus hijos/as, ayudarlos/as en el estudio o bien facilitarles un entorno emocional positivo. Para ello, es imprescindible que las familias conozcan de primera mano el alcance del trabajo al que sus hijos/as deben hacer frente, los recursos a su disposición y en qué medida pueden apoyarlos/as. También es importante que los/as ayuden a mantener un sentido de la perspectiva sobre el momento complejo que están viviendo, sobre todo durante la adolescencia.
  • Crear un entorno de estudio favorable: Los estímulos del entorno pueden incidir de forma positiva o negativa en el bienestar y la concentración del alumnado. Mr Petrie recomienda eliminar todo tipo de distracciones, incluso si ello supone tener que hacer cambios en el entorno de trabajo. Hay que evitar teléfonos móviles, aparatos de música, ordenadores y tener a mano solo el material necesario para estudiar, como marcadores, post-its, libretas para hacer resúmenes, diagramas, etc. También deben crear un ambiente de bienestar y buscar espacios para el descanso. «Durante la época de exámenes, en BSB creamos entornos que resulten agradables y tranquilos, con música relajante al aire libre, espacios que invitan a la tranquilidad y a evadirse del estrés y de los nervios», explica Mr Petrie.
  • Organizarse: «Este es uno de los hábitos de aprendizaje que inculcamos en BSB y que sin duda tiene una aplicación directa en la época de exámenes», afirma Mr Petrie. Para empezar, recomienda establecer un objetivo y tener disciplina: fijar un calendario de estudio realista que combine horarios de estudio y de repaso y que incluya momentos dedicados al ocio o el descanso. Además, enfatiza sobre todo «emplear el tiempo de forma inteligente». Aconseja al alumnado organizar el calendario en función de aquellas áreas que requieren mayor atención, dividir el estudio por periodos fijos de concentración intensa que tengan la misma duración que los exámenes, y ser flexibles en su ejecución. «No hay que caer en el error de pensar que mientras más horas se dediquen al estudio, más efectivo será este: contemplar periodos de descanso, para comer, dormir o hacer deporte es fundamental para sacar provecho al tiempo dedicado al estudio».
  • Poner en práctica estrategias de estudio que funcionen: Para que sea efectivo, cada estudiante debe escoger el método de estudio que se adapte mejor a sus necesidades. Mr Petrie les propone diferentes enfoques y los/as anima a probar cuál puede funcionar mejor para ellos/as, como intercalar los temas a la hora de estudiar, interrelacionar ideas, hacer diagramas, listados y anotaciones, utilizar códigos de colores, relacionar ideas con imágenes, hacer exámenes de práctica, explicar el tema a otra persona, crear mapas mentales, responder preguntas en un tiempo concreto, usar reglas mnemotécnicas, etc. El listado es infinito, «pero solo tendrá sentido si al final del día dedican un tiempo muy valioso a reflexionar sobre lo que ha funcionado bien y sobre aquello en lo que tienen que seguir trabajando».
  • Ser resilientes: Aunque los/as expertos/as coinciden en que el estrés no siempre debe entenderse como algo negativo, ya que en la dosis correcta puede mejorar la concentración, el enfoque y la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos —aspectos clave que favorecen el aprendizaje y el rendimiento—, también es cierto que cuando el estrés traspasa los niveles óptimos puede crear sentimientos de bloqueo emocional, inseguridad, preocupación excesiva o ansiedad. Esto es especialmente sensible en la época de exámenes. En sus sesiones de preparación, Mr Petrie incide en la necesidad de dedicar tiempo a poner en práctica la resiliencia para proteger la estabilidad emocional de los/as jóvenes. «En BSB les enseñamos los mecanismos para actuar ante un momento de estrés o en el que pueden sentir ansiedad. Los/as animamos a practicar la meditación, la conciencia plena o el yoga, y los/as preparamos para que sean capaces de calmar la mente, ya sea a través de técnicas de relajación como la respiración o aprendiendo a expresar sus emociones y a poner su desasosiego en perspectiva». Asimismo, añade: «no nos cansamos de recalcar la importancia de mantener unos hábitos de alimentación saludables, dormir lo suficiente y practicar deporte o cualquier otra actividad que los/as ayude a evadirse y recargar».